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miércoles, 3 de diciembre de 2008

PEQUEÑOS CRISTOS.

Para los niños pobres y abandonados de Piura.
Ya casi es mediodía,
y el sol parece que huyera de ésta realidad
que raya en la fantasmagoría,
en el delirio tremebundo de un orate.
En el gólgota de concreto de una transitada avenida,
un pequeñito y su madre, reciben en sus rostros
las gotas inmisericordes de nubes que explotan
y se estrellan en sus frentes
como espinas de alguna corona,
flagelando también como a bestias sus frágiles espaldas.
El estoicismo del niño
se hunde por momentos en el lacerante abismo del dolor,
y la triste voz de la madre, se confunde con el lastimero
lamento de su infante...heredero de nada.
...Ya casi es mediodía
y sus manitas que no han golpeado a nadie,
que quizás no han palpado hoy día la suavidad de un pan,
se extienden como queriendo detener
el agitado giro de la metrópoli.
Quisiera tomarlo entre mis manos,
elevarlo sobre mí hacia el cielo,
y en una plegaria preguntar: ¿por qué Dios mio
lo pusiste en éste calvario?
¿Por qué tiene que agonizar como pequeño Cristo?
¿Por qué no tiene su pan, si ya casi es mediodía?

¿Por qué
...Por qué!.
PÍDELE PRESTADO SU MANTO A MARÍA.
Toma ésta ollita
tiznada y ahuecada por mis carbones,
adherida de desempleo y potajes sin proteínas,
tómala y sube a tu nacimiento,
a esa noria donde los cántaros se rompen.
Sube y llénala con cuidado,
que no se riegue la alegría,
la ilusión navideña.
Tómala y lánzala sin miramientos
a la cara de esos niños,
que esperan en tu ventana
se descuiden las bestias para comer su heno.
Pídele prestado su manto a María
y sécales el pecho
que el pendejo de Papa Noel
los eyaculó con Coca-cola.
LLEVO MI INCERTIDUMBRE TIPEADA.
Luego de desalojar las polillas antiguas
que usufructuaron por meses mi terno,
camino soñoliento entre las calles urbanas,
sorteando la mierda matutina
de los perros trasnochados.
Voy a un concurso en pos de una plaza,
llevando mi incertidumbre tipeada
entre los folios de mi acervo universitario,
arrastro la perspectiva de abandonar ésta chamba
de palanca,
al volante de ésta combi
exhumada de los cementerios de Hiroito,
y recuperar los aros de mi boda
empeñados donde el usurero.
Cargo miles y miles de Kms. de experiencia
y una capa de células muertas en el culo,
CARTA A CAPERUCITA ROJA.
Yo fui feliz en esos predios,
donde se empozó la soledad un día,
y vagué en los negros caracteres
de mis bosques foliados
marcando mis linderos de orines.
Pero hoy,
tú me haces sentir despreciable
como las garrapatas que depredan mis arterias.
Me ha dominado el escatimado recato de tus prendas
que ocultan frugalmente tus anatómicos tesoros.
Algún día intenté capturar tu mirada
oscurecida por esa caperuza roja
que cubre tus coquetos trámites
entre tus cabañas ancestrales,
mas,
hasta esa posibilidad me negaste.
Definitivamente,
desconozco por qué me fuiste vedada,
solo sé que estoy jodido
y sentenciado a mirarte tristemente,
oculto detrás de éste abeto
que conoce las caricias reprimidas de mis garras.

martes, 2 de diciembre de 2008

ALMACENABAN RECUERDOS POSTERIORES.
Para mi amigo Lucho Timaná M.
-Me ha traido la nostalgia- confesaste
y hablamos amparados en la mansedumbre
de una sombra que expiraba,
no optamos por una cerveza como otras veces,
solo hablamos,
adjudicando al quehacer y al tiempo
algunas amistades concluidas
-quisiera escribir sobre algo, no sé que- dijíste.
Recordamos: una partida distante de bolichas,
las almendras y los tamarindos robados prematuramente
y alguna fórmula para no ser descubiertos
en caso saquemos los pies del plato -ahora-.
En la calle Once, los niños vigentes almacenaban recuerdos posteriores
reinventando nuestros juegos,
otros luchaban tecla a tecla
en la PC con Street Fighter -total, es mas cómodo, si mueren los Power Ranger
Vendrán más Pokemones y resuelta la nostalgia-
Nos despedimos
con un callado temor a la obsolescencia.



TE VEO TRISTE Y LLORANDO.
Todos los días te veo
en ese lado de tu mundo
donde solo Morfeo te empelota
donde tu tiempo no interfiere con el tiempo
color verde y dorado de Bill Gates.
Te veo como caído de culo en la pantalla de una I.B.M. Aptiva.
donde una probeta le hace el amor a una rata
que vive en una Compaq Presario
a miles de millas de distancia
y nace un hijo del orgasmo de tu nieto
Te veo triste por las mariposas agonizantes
que se aferran a viva fuerza a las caderas
de alguna compañera de estudios de tus nietos
en sus jornadas de amanecida
Te veo triste y llorando
por tus fantasmas que ya no son temidos
por el fantasma de tu tío
al que se le inflamó la garganta
y se le pudrieron la amígdalas de tanto hacer

¡BUUUUUUUUU!
por el fantasma de tu abuelo
que murió nuevamente
cuando encontró a tu nieta preferida
triturando con sus muslos
-pegajosos de caricias-
la cabeza de un amigo
que conoció hace 18000 segundos por internet.
AFUERA PUEDE SER CUALQUIER HORA.
Afuera ha quedado el camino sin polvo,
se ha quedado impregnado en tus plantas agrietadas
que arrastrabas día a día,
robando al tiempo ilusiones ajenas:
fuiste el partenaire de Mahatma Gandhi,
un perro que ha soñado con morder su sombra,
un mozo despedido
por regar el vino en la última cena.
Pisaste despectivo la mierda del camino
y furiosos le escupiste tus neuronas en protesta,
que arrastró el viento
envueltos en su manto de indiferencia,
dicen que lo seguiste
tratando de sorprenderlo en su guarida
-de repente lo lograste-
Afuera...puede ser cualquier hora
-la hora de tu muerte en el Larco Herrera-
pero en tus cuatro paredes
seguirás extrañando los montículos de basura
que ansioso disputaste con los perros,
tratarás de colarte
entre los mozos de la última cena,
o seguirás soñando con morder tu sombra.

sábado, 29 de noviembre de 2008

CUANDO VENGAS A BUSCARME.
Por las torres gemelas.
Cuando vengas a buscarme
no temas el misil que atravesó mi vientre,
me dijeron que era necesario para curar el ántrax.
No te conduelas de los bártulos despedazados
regados en mi sala,
ni temas a las fieras de rayas azules
con ojos estrellados,
enfúndate un polo
luciendo un musulmán ensartado
por el pararrayos de una torre gemela
o límpiate el culo con un turbante
-y serás inmune a su rabia-.
Cuando vengas a buscarme
apaga el televisor,
cierra el periódico,
de donde puede partir un proyectil
que te inyectará de odio a las burkas,
a las barbas.
RECURSO DE NULIDAD (Juan 14-21).
El mendrugo humedecido que no esperaba
señaló mi desgracia
y jodió éste segmento de mi existencia
que acabó colgada
en un péndulo de parcialidad divina,
ignoro quien me serruchó el piso
-pero si pregunto
alguien lo negará tres veces-.
Solo bastó una cena,
yo, con mis denarios extraviados
en mi expectativa papal,
ni una amarga cerveza
que me procurara olvido,
lo buscaban y allí estaba...allí estaba.
ESPERANDO...ESPERANDO...ESPERANDO.
Para todas las instituciones bancarias del mundo.
Esperando...
esperando...
esperando...
Ando, ando, ando,
con el cuero deslucido
de mis zapatos en escombros
soportando mis 70 Kgs. de aburrimiento,
con los instantes perdidos
entre maldiciones y porcentajes ilusorios
y las lunas polarizadas
escupiéndome en el rostro su desprecio,
hundiéndome en la culpa de seguir esperando,
esperando, esperando.
Adentro abundan las comodidades,
las últimas generaciones celosamente guardadas
en las CPU de las computadoras,
hasta el aire es artificialmente individual.
Son las 10 a.m.
cualquier día laborable,
cualquier mes,
año 1990, 2002, 2012...
y yo,
esperando ando,
ando esperando.
EN LA AV. COLONIAL.
Para mi amigo Pedro Curay T.
De pronto la añoranza alborotó tus horas,
en ese remolino de tristezas amarillas,
amargas y extemporaneas,
han llegado tus fantasmas arenosos y soleados
¿Quién dijo salud!
¡chupa y dí que es menta!
Han llegado en la XL 100 de tus vacilones,
traen montada una jugadora
que soñó algún día posar su cabeza en tu hombro,
en tus viajes semanales en avión.
¡cómetela uón!
Han llegado escarbando con su azadón tu memoria
exhumando otros nombres,
Luchín, Kike, ron, siete y medio, Leyter, Calle Once,
Pedro Ruiz Gallo...Janeth.
¡dos más!
¡Olvidala amigo, no debes recordarla!.
Afuera,
transita una puta subastando su sexo,
un loco soñoliento...
En la Av. Colonial, los postes y rincones oscuros
nos esperan
¡clap! ¡clap! ¡clap!
¡la cuenta!.
CUANDO LOS RAYOS PÚRPURAS Y VERDES...
Cuando los rayos púrpuras y verdes
de la luz artificial y las fragancias exóticas
bañan tus cimbreantes formas de núbil Venus,
el sol huye presto de tu complicidad
y se oculta con prudencia detrás de una colina.
A esa hora mides el tiempo
en repugnantes monedas de incierto destino.
Hasta la luna ruborizada oculta su áurea faz
detrás de nubes negras,
cuando en las noches con venéreas artes,
conviertes en fingido gozo
el lujuriosos abrazo de un desconocido.
NO VOLVÍ A VERTE MAS.
Para Silvia Kristel (actriz del cine porno).
No volví a verte mas,
en ese recinto semi oscuro de la 7 p.m.
sabatina tú,
inmaterial y lejana,
con tus células rosadas
jugueteando entre la nubosa ansiedad
de las volutas de mi tabaco.
No volví a verte suspendida
sobre esa pluralidad de falos
que hicieron suyos tus momentos desnudos.
No volviste a alentar los anónimos orgasmos,
ni volvieron a raptarte mis pupilas
para fugar contigo por la alcantarilla.
TUS INCONCLUSAS PRETENSIONES.
Para mi amigo kiko Anto (QEPD).
Esperabas como un huevón
para cholear a su lado
por las gangrenosas calles de las noches piuranas
reiterándole tus inagotables indecisiones sabatinas.
Nadie sabrá ya, si te hacías,
o no te diste cuenta
que no estuvo distante de tu tacto
el calor que albergaba entre sus muslos,
mas, Ella me confió que algunas noches
despertó maldiciendo tus inconclusas pretensiones.
Yo sé chochera que fuiste condenado
a amarla hasta la muerte,
pues te fuiste sin saber
que sí serias correspondido.
RETAZOS DE ESE AMOR UNILATERAL.
Te encontré después de muchos años,
y aunque trataste de ocultarlo,
aún conservan tus pupilas
retazos de ese amor unilateral
y las expectativas estériles que construiste
como asilo alucinante de tu obsesión.
Te encontré y me ha confiado tu mirada,
que te pesan los párpados
de tanto indagar en las distancias su presencia
de tanto hurgar en tu tristeza
buscando una brisa
aunque sea fugaz de esperanza.
Te encontré después de muchos años
y tus ojos no ocultan ese amor desolador,
remendado con tristezas y esperanzas.
LOS ACCESOS NOCTURNOS DE LAS TERTULIAS.
Para mi amigo Leyter Amaya.
Algún día leerás mis metros de poemas,
que señalan mis distancias de tus horas de mimbre,
de tus expectativas asfixiadas
por la cenizas irreverentes,
de los muchachos que se aproximan
por un puñado de tu sabiduría.
Algún día demandaré mi parcela
en los accesos nocturnos de las tertulias,
en el has devaluado del poste que agoniza,
entonces fumaremos los tabacos solidarios,
y se desbordarán las palabras de las chatas de ron.

viernes, 28 de noviembre de 2008

TROPEZANDO CON LA AGONIA DE TU SOMBRA.
Tus pasos labran agonizantes
tu sombra estropeada y disminuida
en ese trayecto disminuido de tu demencia,
Te detienes...
y me absorbe tu mirada,
que oscila
entre el vacío y tus remembranzas endebles,
que luego son devastadas
por las estrepitosas carcajadas
de tus tardes moribundas.
Husmeo entre tus harapos mentales
y apenas puedo rescatar algunos segmentos
de tus balbuceantes testimonios.
Me alejo de tu mirada oscilante,
tú vuelves por tu trayecto reiterativo
tropezando con la agonía de tu sombra.
NN DIGNIDAD.
5 a.m....y tus desvalidos piecesitos
profanan una vez mas
los turbios inviernos
de tus sufrimientos irrebatibles.
Mas tarde,
los mayores te frecuentarán como siempre
maquinando tu existencia.
Ninguno considerará tus andrajos
-menos apostarían una firma por ti, pues
no les darías prestigio-.
Tu carita no tendrá un sitio en la www
porque espantarías a los internautas,
o tirarías por los suelos los ratings
de aparecer por TV.
El único cristal a través del cual te verán
será el del parabrisas que limpies,
tu única relación con los diarios
sarán tus abatidos gritos al tratar de venderlos.
Es que el nombre del padre que te abandonó
¡no vende!
ni estuvo en Harvard,
ni tiene un saco del cual colgarse.
LE PEDIRÁS A LA TARDE QUE TE LLEVE.
Cuando agonice la tarde,
querrás abrazarla y rogarle que te lleve
y omita tu sufrimiento.
La hemofilia desbordó tus venas
y te vendieron un litro de sida sin pedirlo
ni una sórdida trasnochada -ni la intención-.
Mas tarde llegará tu viejita
ocultando su llanto entre los pliegues
de una tranquilidad ficticia,
llegará portando mucho amor
y un diario barato con los acontecimientos arrugados
-pero ni un solo reportaje a tu desgracia-.
Entonces tu dolor convocará nuevamente tus rencores
y las ganas de morirte,
de pedirle a la tarde que te envuelva
en sus luces agonizantes y te lleve.
EL DESEMPLEO ENFATIZÓ SU SAÑA.
El desempleo enfatizó su saña
ubicándonos en las antípodas de la nostalgia,
donde los recuerdos tañen exacerbados e infinitos
cada anochecer -en que escarbo masoquista mis raíces-
y las lágrimas son un trago obligado
en ésta tarea solitaria y lejana de recordar.
TRATANDO DE ATRAPAR EL AIRE.
Ahora las gaviotas son oscuras y aceitosas,
con un íntimo olor a petróleo,
vuelan lánguidas
con sus buches renegridos de peces
intoxicados de mierda y relaves,
tratando de atrapar el aire
que se les va...se nos va.
CAMINANDO SOBRE EL SOFISMA ELECTORAL.
Soy un huevón mas
caminando sobre el sofisma electoral,
alguna amenaza mas tarde
saldré con mi conciencia azulada
de indeleble culpa.
Perdón...perdón.
DE PRISA NOCHE.
De prisa horas,
búhos,
luciérnagas,
eclipsen ésta jornada,
ocúltenme,
que el torrente de jugos gástricos
devalúan mi estómago.
Mis bolsillos son abismos
de paredes erosionadas por la angustia,
que fluye desde mis entrañas hasta mis uñas.
PERÚ 21-11-00.
Aún paladean las hienas en su prisa clandestina,
el corazón tibio de su víctima,
han devorado su cobardía, su sumisión,
hasta sus lágrimas.
Ha quedado descarnada por esa voraz sociedad.
Hay nubarrones aciagos
y llueven las aves de rapiña
con sus graznidos agresivos
y sus picos hirientes,
atraídos por los colgajos apetitosos,
pero se imponen los cuervos añosos y resurgentes
ante la ambición inexperta de los rapazuelos.
La presa ya se pudre
y aparecen los gusanos famélicos y tímidos,
esperanzados en la médula,
en la baba de los cuervos
-en la mierda,en el último de los casos-
en las sobras del banquete nacional
SE QUE MALDICES...
Sé que maldices el gozo celebrado absurdamente
en su momento,
el tiempo perdido -como te diría alguien
a manera de consuelo y otras estupideces-
y es que el tiempo gastado en cualquier intento
resultará algo esperado para ti o para él.
Pasado algún tiempo
tu cuerpo apelará a la testosterona
de quienes ambicionen ser depositarios
de su semen en tus resquicios.
Y nuevamente las corrientes de tu pubis
ahogarán tu recato,
dejando paso a otras celebraciones absurdas

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